viernes, 26 de junio de 2009

SOBRE LA BELLEZA (O LO QUE SEA)

Con pocas horas de diferencia, prácticamente de la mano, han abandonado este mundo dos artistas que fueron ídolos de masas, cada uno en su tiempo y en su especialidad. Debo decir que ni el uno ni el otro fueron santos de mi devoción. De cuando mis padres ponían la tele para ver Los ángeles de Charlie, allá por los años setenta, sólo recuerdo que la serie me parecía una fantasmada machista y las tres protagonistas unas pavisosas de mucho cuidado. Aunque seguro que si fuera hombre, aquel engendro me habría despertado otras clase de sensaciones. En las necrológicas de Farrah Fawcett dicen ahora que, pese a no haber obtenido reconocimiento como actriz, hizo algunas interpretaciones memorables y tuvo cierto éxito en el teatro independiente. Pero la pobre siempre será recordada por haber sido un ángel de Charlie, además de por sus dientes ultra-blancos, la melena rubia de anuncio de champú y el famoso póster ese del bañador, ante el que dicen que babeaban los chicos de medio mundo. Es la desventaja que tiene hacerse famosa por la belleza.


El blanqueado Michael Jackson nunca llegó a apasionarme. En la adolescencia me encantaban las canciones marchosas de los Jackson Five, que de vez en cuando aún me apetece escuchar con deleite nostálgico. De su etapa en solitario, me gustan algunas de sus canciones, incluida Thriller (¡cuánto me impresionó en su día el videoclip de los zombis, con lo miedosa que soy!), pero su música nunca me entusiasmó. No niego que fue un gran músico y un buen bailarín en su época de esplendor, pero la adoración se la cedo a sus fans. Yo no puedo evitar recordarle por las barbaridades que se dejó hacer en la cara y en la piel para acercarse a su peculiar idea de la belleza. A lo mejor es que soy morbosa. Quién sabe. En cualquier caso, está claro que tendremos noticias y comentarios sobre su vida, milagros y tratamientos de estética para muchos, muchísimos días.

Lo cierto es que se han ido dos personajes que, cada uno a su manera, me han hecho evocar por un momento los años setenta, con sus luces y sus sombras, con los sueños y los sinsabores propios de la primera juventud. Un tiempo que cada día se aleja más en el pasado.

Nota: Mi intención era insertar el vídeo de Thriller, pero YouTube no lo permite, así que sólo puedo incluir el link: http://www.youtube.com/watch?v=AtyJbIOZjS8

Las dos fotografías son de Getty Images.

13 comentarios:

39escalones dijo...

Tampoco a mí me gustaba especialmente ninguno de los dos. En el caso de Jackson, no me interesa más allá de Jackson Five, aunque como Thriller me pilló de pequeñito era imposible abstraerse de su éxito. Después, la nada más absoluta, eso sí, envuelta en mercadotecnia.
Saludos.

Carmen Santos dijo...

Cierto, el hombre sufrió una decadencia vertiginosa después de Thriller. En cualquier caso, ahora se venderán discos suyos como churros. ¡Qué grima!
Besos

Pepa dijo...

Me ha hecho mucha gracia cómo titulas esta entrada. Ya te dije una vez que encuentro muy ocurrentes tus títulos. Precisamente hace unos días que terminé de leer la novela de Zadie Smith...
Besos
Pepa

Carmen Santos dijo...

¿Y qué te pareció? Yo me la leí el año pasado y me tuvo enganchadísima. Me encantó cómo describe a los personajes y el mundillo académico.
Besos

Anónimo dijo...

Tengo que reconocer que el 'rey del pop' como lo llaman sus fans, dejó de gustarme cuando sacaba ya humo de sus curiosas coreografias y parecía más un concurso de 'endurance' de humor chino que un baile fantástico como fue en un tiempo. Creo que ultimamente no sabías si escuchabas una canción de MJ o un seguido de gruñidos, graznidos y gemidos acompañados de aspavientos imcomprensibles y enérgicos... pero para gustos los colores.
De igual modo he de defender a Farrah, me trae buenísimos recuerdos de mi niñez muy temprana soñando ser detective, investigadora o algo similar, bueno, sí, en ocasiones mujer florero, pero reconozcámoslo, ¿qué mujer no ha echado mano de sus encantos para lograr 'algo'?
Después de nuestra limitada visión en tv1 o uhf2 tampoco había mucho más a qué agarrarse... y no era tan mala, era una serie más de los 70's/80's como muchas otras que se reducían al mismo denominador con diferentes protagonistas.
Yo he de reconocer que me trae muy buenos recuerdos.
Besos,
Mon.

Pepa dijo...

Pues mira, yo, no la veo para tanto bombo y platillo. Me parece demasiado "local", con tanto conflicto entre blancos y negros, y tanta historia académica a la americana. Todo muy sabido, muy leído ya...Sí que me pareció que estaba bien escrita, con muy buenas descripciones de situación, como por ejemplo cuando la estupenda Victoria se lleva al huerto al profe, que se queda acobardado ante el desparpajo de la niña, esa escena es desternillante...No sé, yo creo que le falla el argumento, pero a lo mejor allí, en USA, se reconocen los tipos y en eso radica la clave del éxito
Vaya, que me gustan más las tuyas...sobre todo "La vida en cuarto menguante", ni comparación
Besitoss
Pepa

Pepa dijo...

En mi comentario me refiero a "Sobre la belleza", no a M. Jackson ni F. Fawcett...
Pepa

Carmen Santos dijo...

Mon: Yo creo que el problema de Jackson en los últimos años fue que intentó repetir la fórmula que le dio el éxito y que en su día fue original, incluso rompedora. Y claro... llegó a ser más de los mismo. También creo que se lo comieron todas las excentricidades que hizo. Al final nos fijábamos más en sus horribles operaciones de cara y en el escándalo aquel de los niños que en su faceta de artista. Una pena de hombre.
En cuanto a "Los ángeles de Charly": a mí es que esa serie me pilló ya en la época rebelde y feminista y no le veía la gracia. Sigo sin vérsela. Aunque coincido contigo en que no era peor que otras, como por ejemplo aquella de "Starsky y Hutch", que tampoco era para lanzar cohetes.
Besos

Carmen Santos dijo...

Pepa: Gracias por el cumplido. Me ha hecho muuucha ilusión (con el cariño que le tengo a "La vida en cuarto menguante").
En cuanto a "Sobre la belleza", lo que más me gustó fue precisamente que la Smith consiga mantener la atención del lector, incluso engancharle, con una historia donde no pasa gran cosa. Sólo cuenta la vida de esas dos familias antagónicas, las crisis y los devaneos de sus diferentes miembros, los enfrentamientos de los "pater familias", la vida académica de la universidad de turno... y aun así mantiene el interés hasta la última página. Lograr eso sin recurrir a misterios, aventuras, templarios, asesinatos y demás señuelos, no es fácil. A mí también me parece que está bien escrita. En fin, que me gustó justo por esa aparente sencillez que tiene (que tampoco es fácil de lograr).
Vale que a lo mejor le han dado más bombo que a otras novelas que puede que sean igual de buenas o incluso mejores, pero bueno... ahí ya interviene la suerte de cada uno.
Besos

Pepa dijo...

Coincido contigo en que la novela "engancha", pero cuando terminas, te quedas diciendo "¿y qué?". Quizás me influye que la vida académica americana que refleja me parece (y no quiero ser pedante) de pacotilla...
No sé, creo que probaré a leer otra novela de esta autora a ver qué tal...
Y, repito, "La vida en cuarto menguante" me parece una novela redonda...
Besos
Pepa
Besos
Pe

carmen dijo...

A mi M.Jackson me producía una sensación triste.Me daba pena.Lo veía alguien frágil y desgraciado.Explotado en su niñez por su padre(si a eso se le puede llamar padre).
La mañana que escuché la noticia de su fallecimiento fue en el informativo de las siete de la mañana de R.N.E y el que dio la noticia dijo lo siguiente;Ha muerto un hombre y ha nacido un niño.Inmediatamente pensé en que era el.Descanse en paz y que la encuentre en algún sitio ya que aquí ni la encontró ni le dejaron.
A mi la tele me gusta muy poquico y a lo mejor no vi ni un solo capitulo de los Ángeles de Charly.
Tenía una bonita sonrisa que en los últimos años se encargaron de quitársela problemas familiares y enfermedad.
No he leído el libro del cual habláis,pero parece interesante.Hablando de libros,estoy ahora con Días de m...
y me esta gustando un montón.
Saludicos.

Carmen Santos dijo...

Pepa: Muchas gracias de nuevo por calificar "La vida en cuarto menguante" de novela redonda. Me hace mucha ilusión.
Besos

Carmen: A mí Michael Jackson me producía una mezcla de pena - porque realmente transmitía infelicidad - y repelús por esa pinta de fantasma, o de zombi, o de lo que sea, que tenía y a la que él mismo había contribuido sometiéndose a esas operaciones que no sé si llamar de "estética". Era un personaje inclasificable. Supongo que arrastraría muchos traumas desde su infancia y adolescencia, pero mucha gente tiene traumas y no acaba siendo tan marciana.

Me alegro mucho de que te esté gustando "Días de menta...". Saludicos

omr dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.