lunes, 31 de agosto de 2009

ON THE ROAD AGAIN

Ya estoy de regreso después un mes entero en “off”. Hay que ver lo corto que se hace agosto. Nos pasamos julio tachando los días que faltan para irnos de vacaciones y luego se pasan en un suspiro. En fin, qué le vamos a hacer. We are on the road again.

Este año mis vacaciones han sido de playa y descanso, por lo que vengo con las pilas bien cargadas. He disfrutado del sano deporte de “hamaca-reading” con vistas al Mediterráneo, que me ha permitido reducir la pila de libros pendientes de leer. He hecho “tumbing” en la playa y he cuidado el estómago comiendo cosas ricas. Pero no sólo he hecho el vago. También he nadado en una estupenda piscina de agua salada (soy nadadora de corralito y no me atrevo a adentrarme en el mar). Y, para no ser original, porque eso de ser original al final resulta ser una vulgaridad, este verano me he echado al cuerpo – mejor dicho, a la mente – la segunda entrega de Millenium de Stieg Larsson, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Aunque confieso que me ha decepcionado comparada con la primera, que me tuvo enganchadísima todo un fin de semana. Cierto que el arranque de Los hombres que no amaban a las mujeres también es lento (creo que los comienzos no eran el fuerte de Larsson), pero es que en la segunda entrega es muy lento y cuenta cosas que son irrelevantes para el resto de la trama. Y en contraste con la complejidad de personajes que ofrece el primer tomo, con las enrevesadas relaciones entre ellos y los siniestros pasados que van saliendo a la luz, el modo en que Larsson desarrolla la trama en el segundo libro me pareció muy deslavazado. A veces hasta tuve la impresión de que todo resulta un poco traído por los pelos. Pese a lo dicho, me lo leí muy a gusto en mi hamaca, aunque no me despertó la sana envidia que sentí ante Los hombres que no amaban a las mujeres y creo que no alcanza la calidad del primero. Pero ya se sabe que esto es cuestión de gustos, como todo. Conozco a gente que prefiere el segundo libro al primero.

De todos modos, durante las vacaciones entré en una librería de Girona (cuando voy de viaje, no puedo pasar por delante de una librería sin meterme a curiosear) y lo primero que vi fue el habitual tenderete Larsson, con la diferencia de que aquí también tenían ejemplares en alemán. Acabé sucumbiendo y adquirí La reina en el palacio de las corrientes de aire, que en alemán se llama Vergebung (Absolución). Qué capacidad de síntesis, ¿no? Los títulos de las entregas anteriores son Verblendung (Obcecación) y Verdammnis (Perdición). Desde luego, no hay nada como la concisión. Y no como aquí, con esos títulos kilométricos que les han puesto, que antes de pedirle un ejemplar de Millenium al librero, tenemos que inspirar muy hondo por si nos quedamos sin aire a mitad. Bueno, de momento, este tercer libro arranca con más brío que los anteriores y me está gustando más que el segundo. Veamos en qué queda.

Ah, y una recomendación de final de verano: Un asesino irresistible de Juan Bolea, la cuarta entrega de la serie de la investigadora Martina de Santo. A mí me tuvo estas vacaciones enganchadita en mi hamaca. Es un libro muy bien escrito, entretenido y con una intriga muy bien pergeñada, como todas las de Bolea. De los que gustan a todo tipo de lectores.


¡Feliz rentrée a tod@s!

sábado, 1 de agosto de 2009

CERRADO POR DESCANSO ESTIVAL

Cierro el blog durante este mes de agosto para reabrirlo en septiembre con las pilas bien cargadas. Y me despido con un sensual bolero de Benny Moré, de esos que sugieren bailes agarraditos en noches tropicales bajo la sonrisa de la luna llena.

Nos leemos en septiembre.

Sed buenos... pero no demasiado.