miércoles, 3 de junio de 2009

¡LO HE VUELTO A HACER!!!!

Lo he vuelto a hacer. No lo puedo evitar. Es superior a mi. Me he emocionado hasta acelerárseme el corazón. He sentido euforia. Ilusión. Una alegría desbordada. Y ganas de cantar Nessun Dorma a todo pulmón… y eso que tengo poca voz pero desagradable, como me dijo un día un amigo.

No es que me haya enamorado de repente. Ni me ha invitado a cenar Hugh Jackman con ese look tan viril que luce en Australia. Tampoco le he mangado el último Nespresso a George Clooney, ni me ha hecho proposiciones Viggo Mortensen. Me ha ocurrido algo infinitamente más emocionante: por fin he visto y tocado un ejemplar de la edición de bolsillo de Días de menta y canela.

En el proceso de publicar un libro, hay varios momentos emocionantes: cuando nos llega la oferta de la editorial; cuando corregimos las galeradas y podemos hacernos una idea de cómo quedará nuestra historia en formato de libro; cuando tenemos la portada definitiva… y… ¡tachán!... cuando sostenemos el producto final en una mano, deslizamos los dedos de la otra por la portada, leemos la contraportada y pasamos las hojas para hacer catas al texto en el que hemos trabajado durante tantas horas. Yo en esos momentos siento una inmensa alegría que no sabría desmenuzar aquí a modo de análisis. Ya perdonaréis. Sólo puedo decir que me siento muy feliz.

Y es que es tan hermoso tocar un libro recién sacado de la imprenta. Un libro que lleva mi nombre en la portada. Y que ha quedado precioso. Ya lo veréis. No os privéis de echarle un vistazo si os topáis con él en la librería, ni de acariciarlo, de pasar las hojas, incluso de olerlo, porque ha quedado francamente bonito.




La música es, cómo no, Night and Day, la canción de Cole Porter que es tan importante en la novela. Hoy pongo la versión de Stéphane Grappelli (1908-1997), violinista de jazz francés, y Django Rheinhardt (1910-1953), el gitano francés que tenía la mano izquierda inutilizada a raíz de un incendio en su carromato y aun así tocaba la guitarra como los ángeles.

8 comentarios:

Ernesto dijo...

¡Enhorabuena! de nuevo. Transmites felicidad y emoción a raudales. La verdad es que debe de ser un placer tener "tu" ejemplar entre las manos.

Y comparto al cien por cien contigo las sensaciones de acariciar el volumen, dejar deslizarse las páginas, oir su susurro, olerlo... todas estas cosas y algunas más hago yo siempre, así qe si encima es obra tuya entiendo como te sientes.

Lo buscaré y me haré con él. Será un placer releerlo.

Abrazos

Anónimo dijo...

En el primer momento de ver la fotografía de la portada acudió a mi mente una película clásica, blanco y negro, desconozco título, protagonistas ni factoría... como de los años 40/50 en la que una mujer casada choca por casualidad con un hombre que resulta en una pasión extrema por parte de los dos sin poder evitarlo... y hasta ahí puedo leer (que diría la mayra del 123) en fin... para quien haya leído el libro... todo un apunte... Felicidades de nuevo Carmen, los que disfrutamos tanto en su día con 'los días' nos alegramos también contigo al asistir al publinacimiento del clon.
un beso y disfruta tu subidón.
mon.

Carmen Santos dijo...

Ernesto: Muchos thankyous de nuevo. Si que estoy contenta. Ver convertida en libro la novela en la que has trabajado durante tanto tiempo, produce un tremendo subidón, como dice Mon. Incluso cuando esa novela ya fue "estrenada" dos años antes. Pero, es igual... la alegría es la misma que con la primera edición. Ver mis libros recién horneados siempre es motivo de ilusión.
Besos

Mon: "Subidón"... esa es una excelente definición.
Creo que sé a qué película te refieres. ¿Puede ser "Breve Encuentro" de David Lean, donde tienen un gran protagonismo los trenes y las estaciones? A mí, esta portada también me recuerda a las películas antiguas en blanco y negro. Incluso a esas fotografías antiguas de París, como la de "El Beso" de Doisneau. Hasta diría que parece una imagen sacada de la propia novela. A mí me parece que está muy acertada.
Besos

Anónimo dijo...

Efectivamente, acabo de comprobarlo por nuestra red ya imprescindible. Es Breve Encuentro, una versión antigua de 'enarmorarse', encuentros diarios en el tren, los dos casados, pasión irrefrenable...
gracias por tu apunte cinematográfico, estás en todo...!
más besos.
mon.

Carmen Santos dijo...

Es que esa película me gustó mucho cuando la vi. Romántica que es una.
Besos

Pepa dijo...

Ah, habéis citado una de mis películas favoritas...¿Recuerdas, Carmen, cuando hablabas de hacer una lista de pelis clásicas de amor, y nos pediste que aportásemos nombres? Argumento sencillo, guión impecable, fotografía magnífica...y una perfecta interpretación por parte de unos actores muy bien dirigidos ¿Qué fue de la prota (Celia Nosecuántos), que me pareció genial, y no me sonaba de nada?
Bueno, me alegro de compartir aficiones y gustos
Pepa

carmen dijo...

El libro ha quedado muy bien.
Siempre es un gusto acariciar un libro recién horneado y todavía sin leer,es uno de esos pequeños placeres que sentimos a los que tenemos cierto afecto a las palabras y al olor de tinta.
Estupenda Night and Day.
Saludicos.

Carmen Santos dijo...

Pepa: Si, recuerdo que para San Valentín aportaste "Breve Encuentro". Es que es una película muy buena. Romántica sin empalagar; realista sin angustiar. No sé qué fue de la protagonista. Habrá que consultar a San Google.
Besos

Carmen: Cierto, los libros recién horneados cuyas páginas aún no han sido abiertas tienen un tacto y un olor muy especial. A mí a veces me da hasta un poco de pena abrirlos para leerlos, ya que por muy cuidadosos que seamos con ellos, el paso por las manos deja huella en ellos.
Saludicos