domingo, 30 de mayo de 2010

"EL LIBRO QUE NO SE VENDE ENSEGUIDA ES UN CADÁVER"


Hoy cuelgo esta breve pero interesantísima entrevista a Silvia Querini, editora de Lumen, que apareció en el último número de El Cultural y da una idea de cómo está el mundo del libro.

Aquí el enlace.



Y a continuación, dos extractos de la entrevista que recomiendo leer entera:



P: ¿Cómo han cambiado los lectores?
R: Arriesgan menos y compran casi siempre lo que otros ya han comprado. De ahí la polarización del mercado.

P: Hace años, Herralde denunció que la “muerte súbita” de los libros, su escasa vida, era una pandemia: ¿confirma el diagnóstico?
R: Diagnóstico confirmado, con una aclaración: lo que vende mucho de arranque, se mantiene en librerías y dura más que las pilas Duracell. Lo que no, muy pronto se convierte en hermoso cadáver.

(La caricatura es de www.elcultural.es)

viernes, 21 de mayo de 2010

SEMANA DE TRABAJO, DE CHARLA LITERARIA Y DE... CIGÜEÑAS

Esta semana he estado trabajando duro en mi nueva novela. La criaturita se está portando muy bien. Se come todo lo que le pongo, duerme de maravilla y está creciendo y desarrollándose conforme a los cánones. De la fase de bebé que va sentado en el carrito hemos saltado a la de los primeros pasos, esos que se dan algo titubeantes, pero llenos de curiosidad y afán de aventura. Seguiré informando cuando la criatura se suba a los muebles y se dedique a abrir todos los cajones para cotillear su contenido.

El lunes pasado estuve en Alfaro, un municipio de La Rioja, para charlar con el grupo de tertulia de la Asociación de Amas de Casa sobre Días de menta y canela. Había oído decir que Alfaro posee la mayor colonia de cigüeñas del mundo. Y doy fe de que aves de esas hay muchísimas. Antes de la charla, mi marido (que me acompañó) y yo estuvimos paseando un poco por el casco antiguo, muy bonito y cuidado, y cuando nos vimos ante la Colegiata, nos llamó la atención la cantidad de cigüeñas que han hecho su nido allí. Están asentadas encima del tejado, en las ventanas de las torres gemelas, en cualquier saliente de la fachada… y de vez en cuando, una cigüeña enorme abandona su nido para regresar al poco tiempo con comida para las crías, a juzgar por el revuelo que ocasiona su vuelta. Es toda una experiencia observar el ir y venir de las cigüeñas de Alfaro. Eso sí: hay que ponerse a cubierto, porque a veces los animalitos dejan caer algún regalo mientras vuelan.

La charla estuvo fenomenal. Las integrantes de la tertulia de ASAMA habían leído y trabajado el libro exhaustivamente y durante casi dos horas estuvimos hablando sobre la propia novela, diseccionando a los personajes, sus amores y sus motivaciones para actuar como actúan. Hablamos del final de la Días de menta y canela, que siempre ha dividido mucho las opiniones, porque hay quien aplaude la decisión de Clara Rosell y hay quien piensa que debería haberse lanzado de cabeza a la piscina. También salieron en la charla temas como la emigración de los españoles en los años sesenta frente a la entrada actual de inmigrantes, la pasión amorosa y la literatura en general. El tiempo se pasó volando a la velocidad de las cigüeñas y fue una verdadera gozada conocer a un grupo de tertulia tan activo y con tanto entusiasmo por la lectura.

(No sé qué pasa con Blogger y el formato de la letra. He intentado unificar la fuente, pero cada párrafo sale con un formato diferente. Ya perdonaréis semejante chapuza.)

(La fotografía del bebé es de embarazo10.com; las otras son mías)

martes, 11 de mayo de 2010

LENA HORNE

Ayer murió a los 92 años Lena Horne, una de las últimas viejas glorias del jazz. Fue cantante y bailarina y trabajó en el mítico Cotton Club. Sufrió a comienzos de los años cincuenta la famosa purga del tristemente célebre comité de actividades antiamericanas, que la dejó durante un tiempo en el dique seco. Apodada como “la tigresa”, dicen que no fue una gran cantante ni bailarina y le reprochan falta de swing. Aquí una pequeña muestra de su voz y que cada cual juzgue por sí mismo.


Por cierto, en Días de menta y canela menciono esta grabación de Stormy Weather, que personalmente me encanta. ¿Recordáis en qué parte de la novela era?





viernes, 7 de mayo de 2010

REFLEXIONES ANTE UN FOLIO (PERDÓN: FICHERO) QUE YA NO ESTÁ EN BLANCO

Vuelvo a asomarme por aquí después de haber tenido esto desatendido durante algunos (demasiados) días. Y es que, a veces, al día le faltan horas para hacer todo lo que nos gustaría hacer. Además de que ahora ando algo liada, me acabo de embarcar en una nueva novela y me tiene tan entusiasmada que me enredo a escribir y cuando quiero darme cuenta, ya he consumido todo el tiempo disponible.

En esto de empezar nueva novela suelo atravesar varias fases. Primero está el proceso de documentación, que puede ser más o menos extenso, según requiera la historia que llevo en la cabeza. Después, pienso cómo serán los personajes y me preparo el guioncito de lo que voy a contar, pensando ya el final al que quiero llegar. Aunque algunas veces (como me ocurrió en Días de menta y canela), barajo varios finales y cuando estoy a punto de acabar la novela, me decido por el que me parece más consecuente. Y después de todo esto y de haber visualizado la historia mentalmente una y otra vez, llega el día en el que abro un nuevo fichero Word y me pongo a escribir las primeras líneas.

Y ese momento está lleno de ilusión y muchas expectativas, pero también puede ser duro. Porque por muy preparada que lleve la novela en la cabeza, ese primer contacto con una historia nueva y unos personajes que aún no han sido explorados es como cuando hacemos nuevos amigos que a priori parecen muy majetes y prometen regalarnos ratos agradables, pero no dejan de ser perfectos desconocidos que pueden salir ranas, o incluso francamente bordes. En las primeras páginas me muevo como si estuviera de invitada en casa de esos nuevos y poco conocidos amigos: un poquito cohibida, tanteando el terreno, familiarizándome con sus costumbres e intentando averiguar cómo son en realidad.

Hasta que, de pronto, me doy cuenta de que ya no soy una mera invitada en casa de esos amigos, porque me siento muy a gusto con ellos. Que mis nuevos amigos ya no son unos desconocidos y que nos lo pasamos en grande juntos. Entonces sé que cuando concluya mi estancia en esa casa y llegue la hora de la despedida, lo pasaré mal y añoraré a esas personas que se me han metido en el alma.

Pues con esta nueva novela, ya ha quedado atrás la fase de las reticencias, me siento bien con la historia y los personajes pugnan por salirse de la pantalla del ordenador, igual que hacía Jeff Daniels en La rosa púrpura del Cairo. Cuando estoy con ellos, el teclado echa humo y se me pasa el tiempo volando. En momentos así, escribir genera una energía positiva que conviene aprovechar al máximo. Porque en cualquier punto se puede atascar la historia y entonces, es cuando toca tomarse un respiro para oxigenar la cabeza.

Bueno... y después de todo este rollo literario, un pequeño extracto del Concierto Nº 1 para piano y orquesta de Piotr I. Tchaikovsky, ejecutado por la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Herbert von Karajan y Evgeny Kissin al piano, que para eso hoy es el 170 cumpleaños de Tchaikovsky, según nos recuerda San Google.