viernes, 31 de octubre de 2008

ANIMACIÓN A LA LECTURA

Va a comenzar el "Ciclo de Animación a la Lectura en Bibliotecas Municipales de la provincia de Zaragoza", que organiza todos los años la Diputación Provincial de Zaragoza. Este año tengo el honor de poder charlar con los lectores de Pina de Ebro y de Utebo. Será en las siguientes fechas:

PINA DE EBRO - 7 de noviembre a las 18.30 h, en la Sala Multiusos, c/ Ramón y Cajal

UTEBO - 28 de noviembre a las 18.30 h, en la Sala de Actos del Centro Cultural El Molino

No me canso de decir que me encanta participar en estos encuentros por muchas razones: porque me lo paso muy bien, porque las conversaciones siempre son interesantes y amenas, porque es una oportunidad excelente para conocer en persona a los lectores (igual que ocurre con las ferias del libro) y porque siempre salgo de allí con la sensación de haber aprendido muchas cosas nuevas. Así que, espero pasármelo muy bien.

Incluyo en el post la conversación que mantuve el otro día a propósito de este tema para Radio Cuarte con Fernando Blasco, que es encantador (y tuvo el detalle de poner Stormy Weather cantado por Dinah Washington para introducir la entrevista).


carmen santos.mp3 - Radio Cuarte

BEBO & CHUCHO

Ayer actuaron en el auditorio Bebo y Chucho Valdés, inaugurando el Festival de Jazz de Zaragoza. Fue una experiencia sublime. Por describirlo con la expresión que le atribuyen a un señor muy conocido en este país: “En dos palabras – im prezionante”. Dos músicos, padre e hijo, mano a mano, sin más distracciones ni otros instrumentos que sus respectivos pianos de cola, sin trampa ni cartón, ofrecieron un concierto emocionante.

En la entrevista que publicó ayer Heraldo de Aragón, Bebo Valdés dijo que él “ya no es el maestro, sino que lo es Chucho, un músico "con su propio estilo" y con "un oído incansable"". Yo no sabría decir cuál de ellos estuvo mejor. Sólo que entre los dos lograron que más de hora y media de música pasara tan deprisa como si hubiera sido un lapso de diez minutos. Chucho, el padre, el más suave de los dos, tocó algunas piezas que me hicieron pensar en la Cuba de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, la Cuba sensual de los boleros, la que sale en las películas y debió de ser el paraíso para los ricos y el infierno para los que no lo eran. Su hijo Chucho toca con mucha más vehemencia, derrochando fuerza y energía, y en algunos temas me recordaba a Errol Garner y Art Tatum, pero con la personalidad incomparable de Chucho Valdés, un músico de jazz como la copa de un pino.

En fin, no voy a extenderme más. Tampoco pretendo ofrecer la crónica de un concierto grandioso. Para eso están los que saben. Concluyo este post repitiendo sólo que escuchar en vivo y en directo a Bebo y Chucho Valdés fue una experiencia sublime.


martes, 28 de octubre de 2008

STORMY WEATHER

Hoy hace un día de perros. Llueve, sopla el cierzo y estoy muy perezosa. Así que, sólo pongo un video de Dinah Washington cantando Stormy Weather (por cierto, esta canción también sale en un capítulo de Días de menta y canela, aunque no cantada por la Washington. Mención de honor para quien lo recuerde).

¿Alguien sabe por qué últimamente en YouTube las instrucciones vienen en japonés?

viernes, 24 de octubre de 2008

SOY UN TRUHÁN... SOY UN SEÑOR

Unas carcajadas para el fin de semana, que siempre vienen bien. Hay tantos sketches de Tricicle en YouTube, y todos buenísimos, que me ha costado decidirme, pero al final, he escogido éste, con el que siempre me río a mandíbula batiente.

Hace algún tiempo, los Tricicle estuvieron en Zaragoza con su gira conmemorativa de los veinticinco años, y no nos dieron tregua ni un sólo minuto para descansar un poco de tanta carcajada. Acabamos con las mandíbulas doloridas...


miércoles, 22 de octubre de 2008

LOS CARIÑICOS DE SARKO

La noticia ya me llamó la atención el otro día. El periódico suizo Le Matin había publicado que a Angela Merkel le molesta que Nicolas Sarkozy la abrace y bese con tanta efusividad cuando se saludan y que “esta incomodidad había quedado reflejada en una queja al Elíseo a través de la Embajada de Alemania en París” (cita textual). Hoy venía otra noticia en El País donde se informa de que la cancillería alemana ha desmentido lo de la queja, diciendo que “se trata de un bulo en toda regla, de una patraña".

Me hizo gracia, porque me imaginaba a la pobre Merkel intentando eludir la excesiva efusividad de Sarko, convertido en un besador pulpo de manos veloces. Pero, bromas aparte, y al margen de que sea cierto o no lo del incomodo de la Merkel, comprendo que eso de saludarse con besos y abrazos, como acostumbramos a hacer también en España, le resulte extraño, o incluso violento, a una persona oriunda de Centroeuropa. Recuerdo que cuando vine de Alemania, con dieciséis añitos, me daba muchísimo corte que gente a la que me acababan de presentar, o incluso personas conocidas, me estamparan dos besos a la primera de cambio, añadiéndole los más extrovertidos hasta un estrujón con palmaditas en la espalda. Recién llegada de Alemania, para mí ese besuqueo suponía una invasión de mi espacio personal y me costó mucho habituarme a ese tipo de saludo. Ahora, después de treinta y tantos años en España, estoy más que acostumbrada, pero… ¡cuánto me costó al principio no salir corriendo cuando alguien se me acercaba con intención besadora!

Por eso entiendo la consternación que puede sentir un extranjero (especialmente si viene de algún país centroeuropeo, donde la gente es mucho más reservada en cuestión de contacto físico) cuando los españoles nos lanzamos en picado a saludarle con dos besos nada más hechas las presentaciones. Yo, en esos casos, procuro darles la mano, sobre todo cuando se ve que llevan poco tiempo por aquí. No es cuestión de asustarles con tanto ósculo.

A partir de ahora, ¿veremos a Sarkozy estrechándole solemnemente la mano a la Merkel en lugar de besarla?

(La fotografía la he tomado de la página www.rtve.es y es de Yoan Valat).

lunes, 20 de octubre de 2008

TRES HOMBRES Y UNA OBRA DE... ¿ARTE?

Ayer, por fin, tuve la oportunidad de ver ARTE de Yasmina Reza. Ya quise ver esta obra cuando se estrenó en España, hace unos cuantos años, con José María Pou, Carlos Hipólito y Josep María Flotats, pero me quedé con las ganas. Como ahora lo tenía fácil, porque nos la han traído a Zaragoza, con Luis Merlo, Alex O’Dogherty e Iñaki Miramón, he podido satisfacer ese deseo. Y disfruté mucho de los diálogos, de los estupendos actores, capaces de estar más de dos horas sobre el escenario sin descansos y sin decaer en ningún momento, y de ese “cuadro blanco con tenues rayas diagonales, también blancas”, que uno de los tres amigos protagonistas, el snob Sergio, compra por cincuenta mil euros y que desencadena una serie de discusiones, cada vez más agrias, entre los tres amigos. Disputas que hacen tambalearse su amistad y sacan a la luz las miserias de cada uno.

La trama de Arte me recuerda al cuento El traje nuevo del emperador de Hans Christian Andersen, donde un sastre sinvergüenza vende al emperador por una fastuosa suma un traje ficticio, o sea, nada de nada, haciéndole creer que es una prenda maravillosa de rico paño y artística hechura, cuando el pobre emperador no lleva nada encima y acaba pavoneándose en ropa interior ante sus súbditos, y nadie, desde el propio monarca estafado hasta el pueblo pasando por los cortesanos, se atreve a admitir que no ve ningún traje esplendoroso, sólo a un pobre hombre haciendo el ridículo en paños menores. Tiene que ser, cómo no, un niño pequeño el que se atreva a exclamar que ese señor anda desnudo.

En la obra de Yasmina Reza, el papel del traje inexistente lo cumple el lienzo blanco, “pintado” por un famoso pintor al que veneran los gurús del arte. El niño sincero aquí es uno de los amigos, el cascarrabias Marcos, que no entiende cómo Sergio ha podido gastarse una fortuna en una “mierda pintada de blanco”, según dice él. Y el infeliz apocado que no se atreve a dar su opinión sincera y hace el paripé a unos y otros para no quedar mal, es Iván, tan conciliador que se convierte en una pelota de ping-pong que es lanzada de un lado a otro. Entremedias, unos diálogos con mucha miga que se suceden con gran agilidad y arrancan al público una carcajada detrás de otra.

Disfruté muchísimo de esta mordaz reflexión sobre cómo nos dejamos sugestionar a veces por la opinión de los demás y, por miedo a ser tachados de idiotas, incultos o aguafiestas, nos apresuramos a alabar lo que, en muchos casos, sólo es artificio ensalzado por algún vivales.

LOS GUAPOS TAMBIÉN CUMPLEN 50 AÑOS


Hoy, para empezar la semana, una pequeña frivolidad que acabo de leer en el periódico: el guapo muy guapo Viggo Mortensen cumple hoy 50 años. No sólo vamos a entrar en ese club los simples mortales, digo yo. A los bellos también les toca. Aunque con cincuentones de buen ver como este señor...

lunes, 13 de octubre de 2008

FRÈRE JACQUES

El otro día hizo treinta años de la muerte de Jacques Brel. Al leerlo en el periódico, me sorprendió cómo ha pasado el tiempo. En 1978, yo tenía veinte años. Ahora tengo uno más que Brel cuando le venció la enfermedad. Y es que, como dice el tópico, la vida pasa muy deprisa.

No puedo afirmar que me gusten todas las canciones de Brel. Algunas me encantan y no me cansaría de escucharlas, como por ejemplo Ne me quitte pas, Quand on n’a que l’amour, La chanson des vieux amants... Otras nunca me llegaron. Aunque hay algo indiscutible en Brel: era un poeta y se dejaba el pellejo en cada canción. Cantaba cada pieza con una intensidad que ya quisieran para sí muchos de esos intérpretes que, poseyendo buenas voces y entonando bien (algunos, otros no) son mero producto del marketing y no logran transmitir emoción ni llenar el escenario con su persona. Quizá ahí esté lo que distingue al artista de los que no lo son: la intensidad con la que se dedica a lo que hace y se lo consigue transmitir a los demás. Y de eso, Brel tenía a capazos.



miércoles, 8 de octubre de 2008

DIAS DE MENTA... BANDA SONORA V

Hoy una nueva entrega de la banda sonora de Días de menta y canela:
Satisfaction de los incombustibles Rolling Stones. Yo les vi actuar cuando vinieron a Zaragoza, hace algunos años, y todavía estoy impresionado del conciertazo que nos dieron. Aquí va una grabación muy antigua, de cuando "Morritos" Jagger era joven, que no bello.


domingo, 5 de octubre de 2008

ESE GODZILLA FEO Y PELUDO

El otro día enviaron desde la Asociación Literaria Trespeldaños un cuestionario de diez preguntas para su blog recién estrenado. Tienen intención de colgar cada semana las respuestas de un escritor. Promete ser “very interesting”. Si os apetece leerlo, aquí tenéis el enlace.

Entre las preguntas había una sobre el bloqueo del escritor. Y estos últimos días, en los que no he tenido tiempo para actualizar el blog, pero sí para darle al bolo mientras iba de un lado a otro, me ha dado por cavilar sobre ese Godzilla feo y peludo al que tanto tememos los que nos dedicamos a llenar folios, o ficheros en Word, contando historias que nos inventamos o, según afirman los que saben de esto, creemos inventarnos cuando en realidad estamos contando nuestra propia vida camuflada (seguro que Sigmund Freud se frotaría las manos interpretando algunas novelas).

Aparte de los bloqueos prolongados, que merecerían otra disección, ¿a quién no le ha ocurrido eso de ponerse a escribir un relato o iniciar una novela con gran ilusión y muchos planes y, de repente, atascarse en la página X y quedarse ahí varado, sin saber cómo salir del pozo? Hace ya bastantes años, yo me atrancaba en casi todos los relatos. Los comenzaba sintiéndome muy inspirada, pero al apagarse la primera euforia, lo que había escrito me parecía horroroso y ya no sabía seguir. Ahí se quedaba el pobre relato, como una chica vestida y maquillada para la primera cita con el guaperas de sus sueños, que luego va y no se presenta. En esos casos, la chica del plantón puede hacer dos cosas: quedarse en casa deprimida o salir a divertirse sin el guaperas para amortizar la pintura de guerra y el vestido nuevo. Y eso es lo que empecé a vislumbrar en el tema que nos ocupa: que debía seguir adelante a toda costa con esos escritos, sin dejarme paralizar por las dudas. Lo importante era superar el bache. Hacer frente a Godzilla y enseñarle los dientes para demostrarle que no le tenía miedo. Y comprobé que entonces, ese monstruo grande y feo se aburría y se iba.

En casi todas mis novelas, paso por algún momento de duda o desánimo en el que me planteo muchas cosas e incluso me pregunto si vale la pena continuar (de hecho, cuanto más escribo, más dudas surgen). Pero he comprobado que en ese trance, lo mejor es seguir adelante. Una vez superado el bache, si veo que no me gusta lo que saqué durante ese período infernal, lo borro sin miramientos y lo vuelvo a escribir. Aunque, a veces, hasta me llevo la sorpresa de que al releer lo que parí durante esos días de bajón, el texto me parece bueno (o, al menos, el crítico feroz que llevo dentro decide que no merece ser echado a los leones) y puedo seguir adelante hasta el siguiente ataque de dudas.

Y ya no me enrollo más, que me he extendido mucho. Será interesante leer en las mini-entrevistas que vayan colgando en el blog de Trespeldaños cómo se enfrentan los compis a ese Godzilla feo y peludo. (Bueno, vale, ya sé que el Godzilla de las películas no es peludo, más bien rugoso, pero el del bloqueo si que lo es).

Ah… y otro día hablaré de una parte más gratificante de la escritura: del dulce veneno que se nos mete en el cuerpo mientras contamos una historia.