martes, 29 de septiembre de 2009

30 AÑOS DE TRICICLE

De vez en cuando, los periódicos incluso traen noticias para sonreír. O para reír. Risa de la buena. Como la noticia que dice (El País) que este año se cumple el trigésimo aniversario del grupo TRICICLE. Y que lo celebrarán con un nuevo gag en el que repasan su historia, además sacarán la "enciclopedia TRICICLE" y repondrán Garrick en el Poliorama de Barcelona, espectáculo que incluirá al final ese nuevo gag recopilatorio.

Espero que preparen también una gira como aquella que celebraba los 25 Años. Y si no, habrá que hacer lo posible por verles en Barcelona. Porque reírse a mandíbula batiente con estos chicos quita las penas.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

A PROPÓSITO DE SAN PHOTOSHOP

He leído hoy en El Mundo digital que en Francia han propuesto una ley “para luchar contra lo que consideran una imagen deformada del cuerpo de las mujeres”. La parlamentaria Valérie Boyer y otros cincuenta compañeros de armas han presentado una propuesta de ley para que en el futuro, cuando se publiquen en cualquier medio fotos alteradas por la varita mágica de San Photoshop, éstas lleven una advertencia que diga: “Fotografía retocada para modificar la apariencia física de una persona”. Y lo primero que me viene a la cabeza es: ¿Merece algo tan frívolo como el Photoshop que se le dedique una ley que regule su utilización?

A priori, a mí el Photoshop no me parece tan terrible. Al menos, si se aplica con mesura. Cuando me decido a ir hacerme una foto de estudio con miras a la solapa de un libro, siempre agradezco que el fotógrafo, un chaval muy profesional y motivado, le pase un poquito de Photoshop al resultado final. No me quita veinte años, ni siquiera dos; tampoco me convierte en alguien que no soy, pero la fotografía luce más bonita y el libro lo agradece.

Claro, otra cosa son esas fotos más que retocadas que publican algunas revistas del “corassón”, en las que señoras a punto de traspasar el umbral de la tercera edad lucen más jóvenes que sus hijas veinteañeras, o donde la criatura más voluminosa del mundo acaba convertida en una etérea sílfide y las que ya son guapas parecen diosas recién bajadas del Olimpo. Pero no creo que a estas alturas nos engañen con esos retoques. Siempre seguiremos debatiendo, con mucha maldad, dicho sea de paso, si la Barbie de turno es así o la han pasado por el Photoshop. Y seguiremos concluyendo que la han pasado por el Photoshop, pero además a lo bestia.

Esta historia de avisar que las fotos han sido retocadas me recuerda a las advertencias apocalípticas que adornan los paquetes de cigarrillos. Esas que dicen que fumar es perjudicial para la salud y amenazan al fumador con mil enfermedades y una muerte terrible. Pero los fabricantes siguen produciendo tabaco y vendiéndoselo a los fumadores. El negocio es el negocio. Eso sí: ¿y lo bien que quedan las cajetillas con esos avisos? ¿Y lo limpia que tienen la conciencia los que discurrieron esa medida? Y además, sin despeinarse ni un pelo, porque siempre es más fácil detenerse en la superficie que meterse en honduras. Pues igual de a gusto se van a quedar los promotores de esta ley para regular el uso del Photoshop, si es que prospera. No servirá para nada, y las que convierten esos cuerpos tuneados en ejemplos a seguir, lo harán igual que antes. Pero los artífices de la ley quedarán como reyes.

Y seguro que una ley tan lucidora llegará tarde o temprano a España. Pero que sepan que aquí los de a pie, o las de a pie, porque las mujeres somos más malas para estas cosas, seguiremos afirmando en las conversaciones, sin necesidad de que las fotografías vengan acompañadas de advertencias superfluas, que fulana o mengana ha sido retocada con Photoshop porque al natural es un adefesio de lo peorcito. Y nos sentiremos reconfortadas en nuestra infinita maldad. Porque cuando pensamos que los ricos y famosos y guapos también tienen sus miserias, las nuestras se vuelven más llevaderas.


martes, 22 de septiembre de 2009

CITA

Esta frase de Gabriel García Márquez la leí el domingo en XL Semanal, en un artículo que habla de la biografía "definitiva" del escritor colombiano: Gabriel García Márquez, una vida, escrita por Gerald Martin y que será publicada en Debate.

Todos tenemos tres vidas: la pública, la privada y la secreta.

Por cierto, bonito estudio el de GGM. Envidio lo ordenadito que lo tiene. El mío está invadido por hordas feroces de libros, manuscritos que voy imprimiendo para revisar, carpetas donde guardo la documentación que recopilo para las novelas y algún que otro trasto inútil. Un desastre lo mío.

(La fotografía de Marcelo Salinas la he tomado de XL Semanal).

sábado, 19 de septiembre de 2009

MÚSICA Y POESÍA PARA EL FIN DE SEMANA

Hoy Alfonsina Storni y Pasión Vega para relajar el fin de semana.

Yo danzaré en alfombra de verdura,
Ten pronto el vino en el cristal sonoro,
Nos beberemos el licor de oro
Celebrando la noche y su frescura.

Yo danzaré como la tierra pura,
Como la tierra yo seré un tesoro,
Y en darme pura no hallaré desdoro,
Que darse es una forma de la Altura.

Yo danzaré para que todo olvides
Y habré de darte la embriaguez que pides
Hasta que Venus pase por los cielos.

Mas algo acaso te será escondido,
Que pagana de un siglo empobrecido
No dejaré caer todos los velos.


miércoles, 16 de septiembre de 2009

¡INMENSO COHEN!



Anoche actuó Leonard Cohen en Zaragoza. No voy a escribir aquí una crónica, porque en Heraldo y en El Periódico de Aragón ya resumen perfectamente un concierto memorable al que asistimos tres mil personas. Fue impresionante ver sobre un escenario a este señor de setenta y cinco años, que parecía hallarse en perfecta forma física y vocal, entregándose al máximo durante tres horas. Sin dar muestras de cansancio en ningún momento. Como él mismo dijo (más o menos): “No sabemos cuándo nos volveremos a ver, así que hoy vamos a darlo todo”. Y lo dieron todo él, las chicas del coro y los músicos, que eran todos buenísimos. El guitarrista zaragozano, Javier Mas, es un monstruo. No me extraña que Cohen hiciera lo posible por ficharle, según leí en un periódico.

Fue sencillamente sublime oír a Cohen cantar en directo las canciones de mi adolescencia: Suzanne, So Long, Marianne, Like a Bird on a Wire… y también las más recientes. Cuando cantó First We Take Manhattan, ya en los bises, todos nos pusimos en pie y los más lanzados corrieron a colocarse delante del escenario, donde acabaron apretujados como sardinas en lata. Los flashes de las cámaras surcaban el pabellón como racimos de relámpagos.

Sencillamente sublime. Y es que los artistas de verdad como él se crecen sobre el escenario, un sitio peligroso para los mediocres porque deja al descubierto sus limitaciones.

¡Inmenso Cohen!

martes, 15 de septiembre de 2009

"DIRTY DANCER"

Hoy viene en los periódicos la noticia del fallecimiento de Patrick Swayze, el actor y bailarín que fue ídolo de jovencitas - y no tan jovencitas - en la década de los ochenta. Yo no llegué a ser admiradora suya porque no era mi tipo, aunque me caía bien. Y sin lugar a dudas, tenía un cuerpo serrano que alegraba la pestaña. Sobre todo en Dirty Dancing. Ay, ese salto felino desde el escenario al final de la película...

Me ha dado mucha pena leer que le detectaron el cáncer de páncreas justo cuando volvían a irle bien las cosas, después de una larga temporada de fracasos y alcohol. Ya se que la muerte no pregunta si llega en buen momento o no. Pero... menuda putada.


¡Y ESTA NOCHE VIENE LEONARDO!

domingo, 13 de septiembre de 2009

SIN PERDÓN

Anoche echaron en la tele Sin Perdón de Clint Eastwood. Es una de esas películas que no me cansaría de ver una y otra vez. Por muchas razones. Por la historia. Por la interpretación de los actores. Por su impresionante sobriedad de tragedia shakespeareana. Por los magistrales diálogos. Como ayer cenamos fuera y no me acordé de ponerla a grabar, sólo pude ver un trozo al final. No importa. Volverán a programarla.

Hay una frase que me impresionó cuando vi la película por primera vez. Y las siguientes, también. Es cuando el Duro Clint le dice al aprendiz de pistolero eso de "Matar a un hombre es algo muy duro. Le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría tener". Siempre me ha parecido un pedazo de frase dentro de una gran película. De esas frases envidiables que me gustaría haber escrito en alguna de mis novelas.


jueves, 10 de septiembre de 2009

POR SEPTIEMBRE

Cuelgo hoy este poema de Luis García Montero que ha enviado Samuel. Gracias de nuevo.

Por septiembre...

Por septiembre
se te llenan de sótanos los labios
y es relativo el cielo
después de haberte visto preguntarle a la vida.
Pero también el cielo,
arrugado y preciso
como tu cazadora adolescente,
quiere estar entreabierto,
brillar recién amado,
descansando en la hierba
el peso de su larga cabellera de nubes.

Por septiembre
se te llenan de humo los síes en la boca.

Y como seguimos en septiembre, añado Le vingt-deux de septembre de Georges Brassens.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

DE NUEVO LARSSON



¡Pero qué vaga estoy todavía! Aunque este comienzo de septiembre presente todas las propiedades habituales de este mes, o sea, síndrome postvacacional, invasión de fascículos, vuelta al cole, avalancha de novedades literarias en las librerías, peleas de famosuel@s…, el maldito calor persiste y le quita a una las ganas de tener ganas, como dicen los admirados chicos de Gomaespuma.

Así que, seguiré hablando de Stieg Larsson, que da mucho de sí. Ahora ha sido galardonado por el Consejo General del Poder Judicial con el V premio a la labor más destacada contra la violencia de género. Premio que vendrá a recoger a España la que fue su pareja,
Eva Gabrielsson.

Artículo en El País

Y digo lo mismo de siempre: lástima que el pobre hombre no pueda disfrutar de su grandísimo éxito. Si hasta el mismísimo Mario Vargas Llosa dedicó el pasado domingo a Millenium un extenso artículo lleno de entusiasmo en El País.

Artículo de Vargas Llosa

Para mí (entiéndase que esto es mi opinión subjetiva), el mejor libro de la trilogía sigue siendo el primero, que me leí con auténtico frenesí en un fin de semana durante el que no hice caso a nadie, y cuando lo terminé me había convertido en otra fan más de Larsson. Es una pena que con el segundo me quedara más bien fría. Y ahora ando por algo más de la mitad del tercero y se me está haciendo pesado. Demasiados personajes con nombres muy parecidos. Demasiadas descripciones y explicaciones tediosas con exceso de longitud. Demasiadas reuniones de los periodistas de Millenium y de fuerzas del orden, que son reproducidas con un detalle abrumador para mi gusto. Y no cuento más para no chafar el libro a quien no lo haya leído aún, o esté ahora en ello.

No digo que La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire no sean novelas entretenidas, que lo son. Y sigo admirando la rica imaginación de Larsson. Pero para nada me han despertado el entusiasmo de Los hombres que no amaban a las mujeres. Yo me habría quedado tan a gusto leyendo sólo el primer libro (eso sí: sin ese epílogo dedicado a la Salander). Me da la impresión de que la fórmula (una fórmula excelente, por otro lado) no daba para tantas entregas. Y dicho esto, espero que no me lapiden los superfans de Millenium.

Por cierto, estoy disfrutando más leyendo a Larsson en alemán que en español. No sé si se debe a la traducción, o a que el alemán parece pegarles más a unos personajes suecos, pero el caso es que empatizo más con Blomqvist, Sallander y compañía hablando en alemán. ¡Qué cosas!


El vídeo de hoy no tiene nada que ver con el contenido del post, pero me apetecía colgar algo de Miles Davis, un señor cuya música a veces me pone de los nervios y otras me parece sublime, según el grado de desmelene al que se entregue el caballero. El tema es Blue in Green del álbum Kind of Blue, que Davis grabó hace "sólo" cincuenta años con “Cannonball” Adderley, John Coltrane y Bill Evans, entre otros. Música ideal para escuchar con nocturnidad (pero sin alevosía).

sábado, 5 de septiembre de 2009

¡PERO QUÉ PEREZA DA SEPTIEMBRE!

Últimamente me da mucha pereza el mes de septiembre con sus rituales, a veces un poco tontos, que se repiten cada año. Primero viene el trago de volver a habituarnos a la rutina de siempre después de las vacaciones. Algo que sería normal y llevadero si en este mes no nos dieran tanto la brasa con el dichoso “síndrome postvacacional”. ¡Qué manía con los síndromes! Como si fuera algo patológico que nos acordemos con pesar del viajecito que hicimos en agosto, o de los días de vagancia que pasamos en la playa o en el pueblo. ¿No es perfectamente normal que a los seres humanos nos guste más la buena vida que estresarnos trabajando? Pues que nos dejen rumiar el mal humor tranquilos, sin sacarnos los colores con un síndrome tan tonto.

Luego está el ritual de esos fascículos rarísimos que inundan los kioskos en cuanto llega septiembre. Colecciones de instrumentos en miniatura, vajillas de porcelana con la imagen de una gatita que gusta mucho a las niñas (lo juro; he visto esta mañana el fascículo de las tazas para el desayuno), grandes batallas de la historia, cursos de inglés o de baile de salón, casitas de muñecas. Casi todos estos coleccionables desaparecen como por arte de magia pocas semanas después de su aparición. ¿Habrá alguien en el mundo mundial que siga comprándolos después de la tercera o cuarta entrega? Yo no conozco a nadie.

También me agobia lo suyo la publicidad de la vuelta al cole, con esos niñitos vestidos como para desfilar en una pasarela de cursis. No sé, será que estoy desentrenada porque mi hijo hace años que dejó de ser niño, pero viendo los anuncios de la vuelta al cole en los grandes almacenes, me pregunto si habrá alguien en el mundo mundial que envíe a sus criaturas al colegio de esa guisa.

Y para completar la hartazón, este año está la matraca de la gripe A, informándonos y contando muertos en un tono catastrofista que pone los pelos de punta y recuerda a esa película sobre el ébola que interpretó Dustin Hoffman en horas bajas. Si tan mala va a ser esta gripe, no creo que nos protejan de la pandemia sacando a todas horas en los telediarios el proceso de fabricación de los antivirales y las imágenes de gente ataviada con mascarillas. Eso sólo sirve para asustar.

Menos mal que ahí están Belén Esteban y la Campanario para amenizarnos este mes tan raro con sus escaramuzas. Encima ahora, para mantenerse al día de tan instructivas refriegas, ya no hace falta ni comprarse las revistas del corazón o empaparse de Hola y Lecturas en la peluquería, porque en los periódicos y las televisiones siempre hay algún rinconcito destinado a hablar de sus peleas. Lo que cunden estas chicas.

¡Pero qué pereza me da septiembre!

(Y para que no sea todo frivolidad, cuelgo la versión de Django Reinhardt de September Song:)