viernes, 9 de enero de 2009

NIEVE

Está nevando en Zaragoza. De hecho, ahora mismo caen copos como guisantes. Tiene algo de hipnótico ver caer esas bolitas blancas. Cuando nieva con ganas, todo parece más silencioso y pacífico.

Me encanta ver nevar, incluso caminar bajo la nevisca, bien abrigada y con el calzado adecuado. Como hacía de niña en Alemania, donde a nadie le asustaba andar o conducir por las calles nevadas, siempre que no hubiera hielo. Y cuando helaba, los niños estábamos de enhorabuena porque se suspendían las clases. Podíamos hacer pellas sin que nos pusieran falta. Todo el mundo, salvo algún insensato que otro, se quedaba en casa hasta que pasaban los camiones y echaban sal para hacer transitables las aceras y el asfalto.

Supongo que aquí no cuajará la nevada. Es difícil que Zaragoza se convierta en una estampa a lo Doctor Zhivago. Para compensar, he buscado una de esas viejas escenas para recordar: cuando Julie Christie parte de la mansión en ruinas y cubierta de hielo donde se había ocultado con Omar Sharif, y él sube corriendo al primer piso y rompe el cristal de una ventana para retener la última imagen del trineo alejándose por la nieve. En alguna parte leí que esa película se rodó en Soria. Quién lo habría pensado.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, querida, hay escenas en las que se reconocen perfectamente los pinares de Navaleno, y da bastante risa...
A mí la peli no me gusta, pero hay que reconocer que Omarcito estaba como un queso...
Besos
Pepa

Anónimo dijo...

Ay, Carmencita!!! No has podido elegir una obra mejor. Leí la novela hace dos años y aunque es una lectura un poco difícil, merece la pena.
En cuanto a la película, ese Omar está pa comérselo y la banda sonora creo que es de las mejores de la historia del cine, la cual nos recordó durante años el calvo de la lotería de navidad, no se si os acordáis.

Besitos

Celia

Carmen Santos dijo...

Hola, chicas, coincido plenamente con vosotras en que el señor Sharif estaba (y sobre todo en esta pelicula) para comérselo con patatas, sin ellas, mojando pan, a palo seco... No tenía desperdicio el buen hombre.

Pepa: a mi me gusta volver a ver de vez en cuando esta peli. Es verdad que da una visión muy sui géneris de la Revolución Rusa, con esos pobres nobles despojados de sus bienes por una turba malcarada y sucia, cuando en aquella época, el proletariado y los campesinos vivían en condiciones miserables mientras los nobles poseían todo y se divertían, y era inevitable que estallara el polvorín tarde o temprano. Pero al margen de eso, creo que como historia de amor y película-espectáculo funciona muy bien.

Celia: Ya lo creo que recuerdo el anuncio de la lotería con la música de ese fastuoso baile que sale en la película (creo recordar que sale casi al principio, ¿no?) Me gustaban más esos anuncios de la Lotería que los actuales.
En cuanto a la novela, no la he leído, pero habrá que animarse.

Besos a las dos

Anónimo dijo...

Pues a mi me volvía locoJulie Christie, jejeje, estaba preciosa, y esos bosques nevados (reconocí yo también Navaleno, donde por cierto se comen unas setas maravillosas en El Hachero.

Y la peli, salvando la "descafeinización" política e ideológica, como para llorar con la historia de amor y desamor. Y ese Tema de Lara.....

Anónimo dijo...

Has reflejado perfectamente lo que pensé yó cuando vi la película: ¡pobrecitos nobles, que no pueden seguir bailando en sus salones! pero en fin, está claro que romántica lo es un rato, y que, en el cine, como en la vida real, hay adulterios "buenos" y adulterios "malos", es decir, socialmente admitidos y socialmente no admitidos, dependiendo, normalmente de la belleza y candor de los que lo cometen: no hay más que acordarse de "Casablanca"...
A pesar de todo, Omarcito y Julita me parecen poco expresivos, sobre todo él. La que más me gusta de todo el montaje es Geraldine, ya ves...

Carmen Santos dijo...

Hola Ernesto, yo confieso que no reconocí los paisajes españoles cuando vi la película por primera vez (claro que entonces era muy cría). Cuando supe, muchos años después, que se había rodado en Soria, me quedé "a cuadros", aunque a partir de entonces, fui reconociendo a algunos actores españoles. Ahora me viene a la cabeza José María Cafarell, que viajaba en ese vagón de mercancías abarrotado de hombres donde también sale brevemente el alemán Klaus Kinski.
Tendré en cuenta la recomendación de El Hachero.
Besos

Carmen Santos dijo...

Hola, Pepa: Tienes razón. Geraldine Chaplin era, sigue siendo y siempre será un pedazo de actriz. Lo malo es que para los de papeles de amantes románticos como los de esta película, los directores (o tal vez sean los productores, no sé) siempre eligen a los actores más guapos, aunque no sean tan expresivos. A lo mejor, piensan que el público empatiza más con los bellos.
Besos