miércoles, 22 de julio de 2009

FRIVOLIDADES DE VERANO


Si hay algo que odio del verano es este tórrido calor y la pereza que produce. Aunque, quien sabe, a lo mejor esta apatía se debe más bien a que cuerpo y mente ya piden vacaciones. El caso es que cuando el sol luce agresivo en el cielo y nos hace derretirnos como un helado nada más pisar la calle, siempre me acuerdo de una canción que forma parte de mi colección personal e intransferible de canciones del verano. Pero que nadie se asuste. No tiene nada que ver con el chiringuito del incombustible Georgie Dann (¿será humano ese hombre que nunca envejece, o acaso vive dentro de una cámara isobárica que sólo abandona durante el estío para colocarnos su pachanga de turno?), ni de aquel rayo de sol de Los Diablos, tampoco del bikini de rayas de la Eva María de Fórmula Quinta. La melodía que llevo días tarareando mentalmente es Chanson d’amour en la versión de los Manhattan Transfer, ese grupo vocal casi tan incombustible como el ínclito Dann, que lleva años en la brecha y canta desde jazz hasta lo que le echen. No sé por qué, Chanson d'amour siempre me hace recordar los veranos que viví en Valencia, con aquella brisa siempre impregnada de mar y humedad. Habrá que investigar por qué. Quien sabe, igual encuentro material para una novela.




(El cuadro es de Sorolla)

7 comentarios:

39escalones dijo...

Menos mal, ya me temía yo un vídeo de "El chiringuito". O peor, de King Africa. ¿Peor? No sé yo...
Saludos.

Carmen Santos dijo...

Por Dios, ¿cómo voy a torturaros con vídeos de "El chiringuito" o de King África, con el calorazo que hace? Eso sería tan pernicioso para la salud como el fumar. No soy tan desalmada.
Besos

carmen dijo...

El calor este año es demasiado.Mira que esto del calentamiento no va en broma(me refiero al de la tierra,claro).A ver si es verdad que esos recuerdos tuyos de Valencia dan como fruto una nueva novela.......Estupenda esa Chanson d'amour de Manhattan Transfer.
Saludicos calurosos .

Niée dijo...

Espero que sea la misma Chanson d' amour que recuerdo, porque si es esa, es muy bella, muy suave.
Te cuento que sigo con frecuencia pendular tu blog.
Sobre la novela, pues decirte que ya el título me ha gustao. La canela es para mí la metáfora de cierto ingrediebre del amor; además, tiene voz, y llama, y cuando lo hace hay que ir.
cuando la vea (Los días de Menta y Canela) en una librería de Santiago, seguro me la llevo a casa.
Cariños, y mi simpatía,

Carmen Santos dijo...

Carmen: Ay, el calor, ¡qué días más malos llevamos en esta nuestra ciudad! Como siga calentándose la tierra así, vamos a acabar como los pollos a l'ast. ¡Qué pesado se me está haciendo este verano!
Saludicos

Niée: Me alegro de saludarte en este blog.
Sí, la canela suele tener connotaciones eróticas, no en vano dicen que es afrodisíaca. Y la mezcla de menta y canela, ni te digo. Aunque el título de esta novela en realidad no se deriva de temas gastronómicos. Tiene más que ver con la letra de una copla de Concha Piquer.
Besos

Anónimo dijo...

llega la estación en la que casi todo, casi todo, es lícito.
miradas más atrevidas, escotes más sugerentes, comentarios más sutiles, ropa más desatada, horarios menos encorsetados, encuentros al aire, calor que calmar... y aunque he que reconocer que adoro el invierno, el verano por sí solo invita a vivirlo.
besos
mon.

Carmen Santos dijo...

Mon: Normalmente suele gustarme el verano, pero éste se me está haciendo muy pesado por el calor que está haciendo. Eso de meterte en la cama con la ventana abierta y que no entre más que calor desde el exterior es agotador.
Besos