Estoy estos días en plan de desempolvar a Fellini y Nino Rota. Hoy cuelgo aquí dos escenas de Amarcord, esa obra maestra del cine.
Primera escena: la de los zangolotinos bailando y soñando en el hotel vacío entre la ventisca:
Segunda escena: la del pueblo al completo - con su acordeonista, la más guapa del lugar, el ligón de cabello engominado y todos los notables - que se hace a la mar en botes para saludar al transatlántico Rex a su paso por la costa. Y, como suele ocurrir con lo que deseamos en la vida con tanta intensidad que hasta nos duele, el transatlántico pasa de largo llevándose sus lucecitas brillantes, que representan cada uno de los pequeños sueños de cada habitante del pueblecito costero.
6 comentarios:
Genial película, fantástico Fellini, Amarcord supusó un hito para muchos de nosotros. Has seleccionado dos escenas memorables, aunque también recuerdo que me impresionaron la secuencia de los personajes del colegio y el cómico desfile de las camisas negras.
Un abrazo.
Veo que ha sido un retorno muy felliniano... Una perfecta simbosis entre música e imágenes; de lo más evocadora.
Besos.
Sí, las escenas que mencionas son también para recordar. La verdad es que esta película tiene muchas escenas memorables, incluida esa de la estanquera gorda, aunque esa la recuerdo sobre todo por el asco que me dio. ¡Qué sensación de asfixia producía ver al pobre chaval en ese trance, por Dios!
Besos
39escalones: Es verdad, he vuelto muy felliniana. No sé por qué me ha dado por recordar películas suyas con la banda sonora de Nino Rota. Habrá que estudiarlo psicoanalíticamente. Seguro que tiene alguna explicación, jejeje.
Besos
Bueno, bueno, Carmen. Pedazo de sorpresa la que me he llevado al abrir hoy el blog, esperando una entrada tipo "Ya estoy aquí de nuevo!", y me encuentro con que ya llevas varias, y la historia de tu traspiés por tierras del Ampurdán.
Por cierto ¿no te hicieron una Rx el primer día?
Ay, pobre Carmen. Pero bueno, como no hay mal que por bien no venga,este reposo forzado igual te redunda en éxitos literarios: ya sabes que el genial Cervantes decía que era manco "Para gloria de la diestra"
Besitoss
Pepa
Hola, Pepa:
Ya ves que vacaciones y qué retorno tan atípicos. En cuanto a tu pregunta: el primer día, cuando fuimos al centro médico de Rosas de urgencias, no me hicieron radiografía. Ahí está el problema. Se limitaron a vendarme el pie, a decirme que no apoyara durante 48 horas y que volviera a la semana para quitarme el vendaje. Pasado el plazo de la 48 horas, empecé a apoyar el pie (con ayuda de las muletas) y así estuve forzándolo varios días, convencida (o deseando convencerme) de que se me pasaría pronto y podría ir a la playa. Claro, cuando volvimos al médico para que me quitaran el vendaje, llevaba el pie hinchadísimo y la médica se mosqueó. Pero ni así se dieron cuenta de que había fractura hasta que no me hicieron Rx en el hospital de Figueres.
En fin, todo un culebrón digno de Hospital Central y el cardo (pero en el fondo tierno) del doctor Vilchez.
Esperemos que pase pronto y a ver si, como tú dices, el traspié redunda en éxitos literarios.
Besos
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