sábado, 17 de julio de 2010

CADA DÍA DUDO ENTRE LIMPIAR O TRABAJAR...


"Cada día dudo entre limpiar o trabajar. Siempre termino escribiendo". Esther Freud observa la habitación de su casa en el norte de Londres como si fuera la primera vez en mucho tiempo”


Esther Freud, a la felicidad por la escritura. Babelia, El País


Jajaja, esto mismo me ocurre a mí con el cuartito donde escribo (decir estudio o despacho siempre me ha provocado escalofríos por lo pretencioso). Debería ordenarlo y tirar algunos (muuuuchos) papeles sobrantes y más de un trasto, pero en lugar de eso, hago como la señora Freud: me pongo a escribir y olvido el desorden. Si es que no tenemos remedio.


(La fotografía la he tomado de El País)

6 comentarios:

Ernesto dijo...

Los que atesoramos todo tipo de papeles y cosas, sin ningún orden aparente, aunque encontramos siempre al final lo que buscamos, te entendemos perfectamente.

Un beso, agobiado de calor.

Anónimo dijo...

Yo creo que a parte de fetichismo lo mío es ya una enfermedad, lo achaco a un trauma infantil para quedarme más tranquila pero guardo casi todos aquellos papelillos que me puedan traer a la cabeza algún recuerdo... un posavasos, una nota de alguien, una lista de regalos... lo peor? ya no tengo sitio para tantos recuerdos! Eso sí, NUNCA pierdo nada! excepto el día que perdí el libro de familia... cuando hago algo lo hago a lo grande! Cuando me debato entre un café con las amigas o la montaña de ropa que doblar no hay dudas: necesito un ratito para arrancarles risas, para quejarnos de la vida. Hay tiempo para todo y un momento para cada cosa.
besos
mon

Carmen Santos dijo...

Hombre, Ernesto, ya de vuelta por estos lares. Espero que hayas pasado unas buenas vacaciones.

Ay, el desorden. Entre los papeles que tengo que tirar pero amontono en mi cuartito de escribir y los libros, que en algunas baldas de la estantería ya están en tercera fila, siempre pienso que algún día les crecerán a todos patitas y fauces y se me comerán. Vaya, creo que se me ha ocurrido tema para un relato siniestro.
Besos (aquí también hace un calor horrible; ¡qué agobiante!)

Carmen Santos dijo...

Mon: yo también soy aficionada a guardarme objetos que me traen recuerdos. Algunos son de lo más curiosos. Lo malo es que yo si que pierdo algunos, mejor dicho, los guardo y luego no recuerdo dónde están, que es lo mismo que perderlos. Soy un caso...
Besos

Concha Huerta dijo...

Imagino que todo escritor es un avido guardador de imagenes, revistas, articulos y que su lugar de trabajo esta inevitablemente demasiado lleno. No tires nada! que nunca se sabe cuando te puede hacer falta.
saludos

Carmen Santos dijo...

Yo soy demasiado guardadora. Y lo malo es que cuando busco aquél recorte de periódico que me guardé porque me pareció interesante, o esa revista monográfica que ahora podría servirme para la documentación de una novela, o aquel libro sobre cierto tema que me vendría bien para confirmar algún dato, ni siquiera recuerdo dónde está y me vuelvo loca buscándolo. Lo dicho: un terrible desastre lo mío.
Besos