miércoles, 8 de abril de 2009

MEDITERRÁNEO


Buscando otro libro, he encontrado el de Ausias March (lo mío es de juzgado de guardia). Aunque un poco tarde, puedo poner la traducción de Veles e vents. Más vale tarde que nunca…

Velas y vientos cumplan mis deseos,
siguiendo inciertas sendas por la mar.
Poniente y Mistral se arman en su contra;
ayudará el Jaloque y el Levante,
con sus amigos el Gregal y el Sur,
rogando humildemente al Tramontano
que su soplo les sea favorable,
y así, los cinco, logren mi regreso.

Como cazuela en horno hervirá el mar,
mudando, aspecto y natural color,
y mostrará cómo aborrece todo
lo que un instante pesa sobre sí;
los peces correrán a los rincones
y buscarán secretos escondrijos:
por huir del mar que los nutre y los hace,
saldrán a tierra como gran remedio.

Harán los peregrinos rogativas,
con la promesa de ofrendar exvotos;
por pánico verán la luz secretos,
que al confesor no se revelarán.
No saldréis de mi mente en el peligro,
mas juraré ante el Dios que nos unió,
no ceder en mi firme voluntad
y teneros presente en todo tiempo.

Temo la muerte, que de vos me ausenta,
porque el amor se anula con la muerte;
mas no creo que pueda ser mi amor
superado por tal separación.
Celoso estoy de vuestro amor escaso,
que me hundirá en el olvido si yo muero;
gozar me impide el mundo pensar que
(no creo que suceda, vivos ambos)

perdáis el don de amar tras de mi muerte,
y sea pronto en ira convertido;
y si dejar el mundo me es forzoso,
todo mi mal será no veros más.
¡Oh, Dios! ¿Por qué no hay término en amor,
pues cerca de él me encontraría solo?
Sabría vuestro amor cuanto me ama,
temiendo, fiando todo al porvenir.

Yo soy el más ferviente enamorado
entre aquellos que no pierden la vida:
mi corazón no muestra, porque vivo,
duelo de muerte, en su dolor extremo.
Dispuesto estoy a bien o mal de amor,
sin que aclara mi sino la Fortuna;
en vigilia, de par en par la puerta
me encontrará, y con humilde réplica.

Podrá costarme caro mi deseo,
y esta espera de males me conforta;
no me alegro que a salvo esté mi vida,
y pido a Dios no tarde el grave paso.
Así no habrán las gentes de dar fe
de lo que obre el Amor fuera de mí;
en actos su poder se mostrará
y probaré con hechos mis palabras.

Amor, de vos yo siento más que sé,
por lo que ha de tocarme la peor parte;
sabe de vos el que sin vos está.
Al juego de los dados os comparo.

2 comentarios:

carmen dijo...

Gracias por la traducción.Preciosos los poemas de Ausias March.Saludicos

Carmen Santos dijo...

Me habría gustado poner la traducción en el mismo post que la versión original, pero no hubo forma de encontrar el libro por casa ni una traducción decente en internet. Luego, mira por dónde, pocos días después encontré el libro buscando otro. ¡Qué desastre soy!
Saludicos