
De El pintor y la viajera de Patricia Almárcegui, la novela que acabo de terminar. Me ha gustado mucho. No es un libro fast-food, de esos que te divierten unos días y luego olvidas, sino de los que dejan poso. De los que se saborean con calma, como se hace con una buena comida o un buen vino. Contiene reflexiones muy interesantes sobre el amor, el arte y sus rivalidades, el proceso creativo, el placer de viajar… Además, está muy bien escrito. Un libro para leer y releer.
¡Me ha encantado!