domingo, 8 de mayo de 2011

A PROPÓSITO DE GARY COOPER

Hace unos días leí en un periódico que acaba de aparecer una biografía de mi admirado Gary Cooper, ese actor alto como un chopo, algo desgarbado y con cara de bueno, que no era exactamente guapo, pero sí muy atractivo. Uno de esos hombres que cuando les miramos, nos hacen pensar enseguida en tener encuentros en la tercera fase… por lo menos.

Me gusta leer biografías de los actores de la época dorada del cine de Hollywood. Es como asomarse a fisgonear por una ventana, pero con mucho glamour. Porque las estrellas del viejo Hollywood desprendían tanta magia que aunque nos enteremos de algunos de sus pecadillos, o algún biógrafo malévolo nos cuente que eran escasos de sesera, o que se maceraban a sí mismos en alcohol como guindas al marrasquino, siguen brillando en el firmamento de los ídolos. A mí no se me deshizo el mito de Gary Cooper cuando leí, hace ya tiempo, que fue una especie de semental que se tiraba todo lo que se movía a su alrededor. Bueno, pensándolo bien, no sé si eso es un buen ejemplo, porque tanto poderío sexual añade incluso más morbo a este señor.

En fin, que estuve en un tris de correr a comprarme el libro. No lo hice por falta de tiempo. Aunque me prometí a mí misma agenciármeloen cuanto pudiera. Pero entretanto, leí en El País un artículo de Carlos Boyero a propósito de Gary Cooper, en el que Boyero afirma, entre otras cosas, que no leerá esa biografía por miedo a que se le derrumbe el mito (estoy resumiendo mucho; el artículo – muy interesante, por cierto - está en este link). Y ahora me ha entrado la duda. ¿Merece la pena leer la biografía de un ídolo si ésta amenaza con machacarnos el mito con el que hemos soñado alguna vez? De momento, consultaré con la almohada si finalmente me compro ese libro o no.


(La fotografía la he tomado de El País)


Cuelgo una escena de Bola de Fuego dirigida por Howard Hawks, en la que Gary Cooper hace de científico inocentón que es seducido por una cabaretera. Esta es la escena en la que Barbara Stanwyck le enseña a besar. Por Dios, ¿a qué chica no le gustaría enseñar a besar a un pardillo tan atractivo como salía Gary Cooper en Bola de Fuego?



6 comentarios:

39escalones dijo...

Lo que peor lleva la gente de leer los "secretillos" de las grandes estrellas es darse cuenta de que su imagen tanto profesional como personal es fruto de una manipulación publicitaria englobada dentro de eso que se llama "star-system" (al igual que intenta hacerse hoy, aunque, la verdad, de manera más torpe, ingenua y cutre). Por ejemplo, en relación con los "machos" oficiales a los que luego se les derretía el helado, como Cary Grant o Burt Lancaster, entre otros. Como Cooper, por ejemplo, del que se dice que era amante de un famoso actor del periodo mudo cuya caída en desgracia, con la llegada del sonoro, coindidió con la suerte de Cooper y su ascenso profesional, tras lo cual ya no necesitó benefactores masculinos. Otro tanto se dice, por ejemplo, de Clark Gable. Es el tipo de cosas que, sobre todo las mujeres, no quieren saber.
Besos

Concha Huerta dijo...

Coincidimos en el recuerdo a este actor tán carismático. Mi madre se enamoró de el a los quince años y me transmitio su afecto. Un ACTOR con mayusculas.
http://wp.me/pwJx2-1yf

Carmen Santos dijo...

39escalones: ¡Ay, qué disgusto! El supermacho Gary Cooper haciendo aguas. Casi que voy a pasar de comprarme esa biografia.
Besos

Concha: Sí, era un actorazo y como hombre muy atractivo, de los que no "pasan de moda". Que no nos toquen a nuestro mito, please...
Besos

Anónimo dijo...

Justo ayer lo vi en Ariane R junto a Audrey Hepburn... colosal! él ahí tan alto, tan puesto, sí que era atractivo sí... creo que de las pocas comedias que he visto de él. Estamos más acostumbrados a verlo con sombrero de cowboy y pistolas en la cintura, pose desgarbada a punto de disparar... Bueno, todos ocultan algo. EStar en lo más alto y saber que tant@s suspiran por ti debe dar un subidón y un poder increíbles... Es casi imposible mantener los pies en la tierra y ser un terrestre normal si eres consciente de lo que arrastras. Por eso tod@s tuvieron vidas realmente extravagantes y llenas de excesos. ¿Quién los puede culpar?
besos
Mon

Carmen Santos dijo...

Precisamente esa película es de las pocas de Gary Cooper que no he visto. Y le tengo ganas. Habrá que estar atenta por si la echan en la tele.
Sí, como tú dices, tanto éxito y tanta admiración deben de ser difíciles de digerir. A los que no tengan la cabeza bien asentada, se les puede ir fácilmente.
Besos

Héctor Castro Ariño dijo...

Gary Cooper, uno de los grandes de Hollywood. Coincido con lo expresado en el artículo, muy bien pensado.
Saludos.