Días de menta y canela: HASTA SIEMPRE, LABORDETA

domingo, 19 de septiembre de 2010

HASTA SIEMPRE, LABORDETA

En memoria de José Antonio Labordeta, que falleció esta madrugada a los setenta y cinco años. Descanse en paz.

3 comentarios:

Ernesto dijo...: Alcanzó la plena libertad.

Coincidimos en la canción Carmen, como ya me habías dicho.

Abrazos (estos días con pena por "el abuelo"); 20 de septiembre de 2010, 17:18
Mariano dijo...: ´No solo los aragoneses habeis perdido a un gran paisano, toda España esta triste.
Recuerdo las grandes manifestaciones anti-OTAN en Madrid, todos cantando su canción a la libertad.
Su adios nos deja un poco más huerfanos de buenos hombres.
Hasta siempre Labordeta.
Besos; 21 de septiembre de 2010, 0:16
Carmen Santos dijo...: Ernesto y Mariano: Labordeta era de esas personas que dejan huella... y además, consiguió caer bien incluso a los que no eran de su línea política. Y eso, teniendo en cuenta cómo está el panorama en estos tiempos, tiene mucho mérito.
Besos; 21 de septiembre de 2010, 17:23

Argumento: Nochebuena de 2003. El cadáver de un anciano emigrante español es hallado en una cochambrosa buhardilla de Düsseldorf.
En España, Clara Rosell, una mujer madura que trata de abrirse camino en un periódico tras años dedicada al cuidado de sus hijos, lee el suceso en un diario y recuerda los años en los que ella y su familia vivieron la emigración en Alemania. En ese momento siente la necesidad de investigar y escribir para su periódico la historia del emigrante y las dudosas circunstancias de su muerte.
Para encontrar todos los detalles que rodean la extraña muerte, Clara viaja a Düsseldorf. Y lo hace acompañada, pues considera que su investigación sólo será eficaz si la hace junto a Héctor, el hijo que, por motivos desconocidos, el emigrante abandonó cuando era un niño.
Héctor y Clara se ven envueltos en una aventura que nunca antes hubieran imaginado. Al mismo tiempo que van derribando el muro de silencio erigido en torno a la figura del anciano, surge entre ambos una inesperada pasión que pondrá en peligro la apacible monotonía de su madurez.