Tiene gracia que el padre de aquel entrañable Pijoaparte recibiera la noticia de que era Premio Cervantes en la puerta de su casa, llevando unos análisis clínicos en la mano (El País lo dice). También cuenta el artículo que la concesión del Premio Nobel sorprendió a Doris Lessing con la bolsa de la compra en la mano. ¡Qué prosaico!, ¿no? Siempre imaginaba que el afortunado recibe esa clase de noticias en un escenario más literario y pomposo.
En fin, es bonito soñar que una pueda bajar a comprar el pan y subir a casa con la baguette, cuatro croissants rellenos de chocolate y la noticia de que le han dado un premio importante. Soñemos, pues...
En fin, es bonito soñar que una pueda bajar a comprar el pan y subir a casa con la baguette, cuatro croissants rellenos de chocolate y la noticia de que le han dado un premio importante. Soñemos, pues...
(La fotografía es de la página web de Juan Marsé)
10 comentarios:
A mí me gusta más la situación de Doris, así, como dices tú, con la baguette, que mirando angustiado la subida del colesterol...
Pues si no nos dan premios, repartamos besicos de domingo en technicolor...
Pepa:
Con un premio así, supongo que se olvida uno hasta del colesterol.
Besos
Miguel Ángel:
Tienes razón, lo importante es que nos lo pasemos bien, tanto en la vida como escribiendo. Si, además, nos caen premios, pues bienvenidos sean.
Besos (en technicolor)
Los sueños muchas veces acaban cumpliéndose.
Y los premios suelen ser enormemente valorados por los lectores y la gente que ha disfrutado de las obras de quien se premia.
De momento yo he disfrutado las de Marsé y Santos (entre otras muchas).
Saludos
dimos el otro dia la noticia en la radio y supuse que "tu colega" tendría esa reseña como bien has escrito en el blog!
Para cuando el Cervantes querida amiga???
Un besote
Ernesto, que ilusión ver que has puesto Santos al lado de Marsé, por Dios.
La verdad es que el mejor premio para los que escribimos es pasárnoslo bien mientras redactamos las novelas y que los lectores nos digan que han disfrutado de ellas.
Besos
Ay, el Cervantes, Roben. Eso son palabras mayores.
Como le he dicho a Ernesto, me doy por premiada (y muy premiada) cuando un@ lector@ me dice que ha disfrutado leyendo mis historias. Eso hace una ilusión tremenda.
Besos
Clara y Héctor .... el café de Delicias ¿cuando?
Eso de la continuación de "Días de menta y canela" hay que pensarlo bien, que no planteé esta novela como serie. Ya veremos...
Besos
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